La otitis externa crónica en el perro representa una afección dermatológica frecuente cuya prevalencia alcanza el 10,2% de las consultas en clientela veterinaria. Esta patología inflamatoria del conducto auditivo, a menudo asociada a una dermatitis atópica subyacente, genera desafíos diagnósticos y terapéuticos considerables para los practicantes.
Las repercusiones de esta enfermedad se extienden más allá de la simple dimensión clínica, afectando profundamente el bienestar de los animales afectados y la calidad de vida de sus propietarios confrontados a las limitaciones financieras y temporales de un manejo prolongado.
Contexto y justificación del estudio
Las patologías cutáneas crónicas ejercen impactos documentados sobre la calidad de vida en medicina humana, particularmente la dermatitis atópica y la psoriasis, engendrando trastornos del sueño, alteraciones funcionales, depresión y ansiedad. La dermatitis atópica canina provoca similarmente incomodidad, prurito y modificaciones comportamentales en los animales afectados. Una investigación anterior ha demostrado que esta afección disminuye significativamente la calidad de vida de los perros afectados y la de sus propietarios, sufriendo estos últimos las consecuencias emocionales y financieras inherentes a la gestión de una enfermedad crónica.
Paradójicamente, a pesar de la prevalencia elevada de la otitis externa canina, la literatura científica permanece particularmente pobre concerniente a las implicaciones específicas de esta patología sobre la calidad de vida. Un estudio prospectivo limitado había previamente confirmado la influencia negativa de la otitis externa sobre el bienestar de los perros y de sus propietarios mediante la administración de cuestionarios antes del tratamiento y siete días después de la intervención. Otros trabajos han establecido que la utilización de un gel auricular asociando terbinafina, mometasona y florfenicol mejoraba positivamente la calidad de vida simplificando la administración terapéutica y reduciendo la frecuencia de las aplicaciones.
La gestión óptima de los casos recurrentes necesita la identificación y el tratamiento exhaustivo de los factores subyacentes según el marco conceptual que distingue causas primarias, secundarias, predisponentes y perpetuantes. Aunque numerosos casos son resueltos por los veterinarios generalistas vía terapéuticas convencionales, recidivas y progresión hacia cronicidad permanecen frecuentes. Para estas situaciones complejas, la consulta o referencia hacia un dermatólogo veterinario certificado constituye una opción estratégica. Un estudio retrospectivo ha demostrado que esta colaboración desembocaba en la resolución de los signos clínicos, reducía las recurrencias y mejoraba significativamente los resultados en los perros presentando una otitis externa crónica.
Problemática infecciosa y resistencias
La otitis externa crónica canina se acompaña de una disbiosis progresiva pudiendo evolucionar hacia una infección por Pseudomonas spp., patógeno no obligatorio reportado en el 7,2% a 35,5% de los casos según los estudios. Esta infección se asocia frecuentemente a un exudado purulento, a la formación de biofilm, a la inflamación y ulceración del conducto auditivo y del pabellón cóncavo, impactando sustancialmente el bienestar animal. Las cepas multirresistentes de Pseudomonas spp. resultan comunes en los aislados auriculares caninos, mientras que la producción de biofilm puede ser demostrada hasta en el 99% de las cepas óticas, factores correlacionados con resultados terapéuticos desfavorables.
Materiales y metodología
Población y criterios de inclusión
Esta investigación prospectiva, aprobada por el comité de ética veterinaria de la Universidad de Edimburgo, ha reclutado treinta y un perros presentados al servicio de referencia dermatológica de Glasgow y al hospital para pequeños animales de la universidad entre febrero y septiembre de 2023. Los criterios de inclusión comprendían una otitis persistente de al menos tres meses afectando una o dos orejas, la realización de al menos una video-otoscopia con lavado auricular en el centro de referencia (designado Día 0) y un reexamen mínimo en las cuatro semanas siguientes.
La cohorte incluía quince machos castrados, cinco machos enteros y once hembras esterilizadas, de edad media 68,7 meses (rango 14-148 meses) y peso medio 19 kilogramos (rango 5,18-43 kilogramos). Los spaniels representaban la raza predominante con seis cockers y tres springers ingleses, seguidos de tres retrievers del Labrador, dos caniches estándar y dos bulldogs franceses. Dieciocho perros presentaban una afectación bilateral y trece una forma unilateral, totalizando cuarenta y nueve orejas afectadas.
Protocolo experimental y recolección de datos
La edad media de aparición de la otitis se establecía en 26,8 meses (mediana 18 meses, rango 3-82 meses). La duración media del episodio antes de la referencia alcanzaba 35,4 semanas (rango 1-122 semanas), con una media de siete consultas previas en el veterinario de referencia. Las informaciones registradas englobaban la anamnesis clínica completa, la edad en la presentación y en la aparición de la otitis, el estatus sexual y de esterilización, los resultados citológicos y de cultivos, la puntuación OTIS3, las medicaciones prescritas con efectos indeseables eventuales, las puntuaciones de escala visual analógica de prurito, las puntuaciones de calidad de vida, el plazo de resolución postreferencia, el número de visitas de control precediendo la resolución, las recurrencias eventuales, el resultado final y la enfermedad primaria subyacente identificada.
Evaluación citológica y microbiológica
El examen citológico del exudado auricular durante la consulta inicial revelaba monocultivos de Malassezia en dieciocho orejas, de bacilos en seis orejas y de cocos en dos orejas. Las infecciones mixtas asociaban Malassezia y bacilos en ocho orejas, cocos y bacilos en ocho orejas, cocos y Malassezia en cinco orejas. Dos orejas no presentaban ningún microorganismo en el examen citológico. Los cultivos bacterianos, disponibles para diecinueve orejas, identificaban principalmente Pseudomonas aeruginosa en nueve orejas, una asociación Pseudomonas aeruginosa y Malassezia, una asociación Pseudomonas mendocina y Proteus spp., dos casos de Pluralibacter gergoviae con Malassezia, un Proteus mirabilis, y diversas asociaciones incluyendo Enterococcus faecalis y estafilococos. Dos cultivos permanecían estériles.
Procedimiento de intervención y seguimiento
La severidad de la otitis era cuantificada vía la puntuación OTIS3 validada, evaluando eritema, edema-tumefacción y erosión-ulceración en los conductos verticales y horizontales, con una puntuación máxima de veinticuatro por oreja. Los propietarios completaban un cuestionario validado de calidad de vida evaluando el impacto sobre su perro (preguntas 2-8) y ellos mismos (preguntas 9-15), utilizando una escala de Likert (0=en absoluto, 1=un poco, 2=bastante, 3=mucho). La primera pregunta concerniente a la severidad de la enfermedad no estaba incluida en la puntuación total de calidad de vida del paciente.
El manejo médico inicial incluía glucocorticoides orales (prednisolona hasta 1 miligramo por kilogramo una vez diariamente o metilprednisolona 0,8 miligramos por kilogramo una vez diariamente) y analgesia por asociación paracetamol 400 miligramos-codeína 9 miligramos. El paracetamol fue seleccionado como analgésico eficaz a corto plazo, administrable con toda seguridad con los glucocorticoides y demostrando una no-inferioridad versus meloxicam para la analgesia postoperatoria. La prescripción se extendía más allá de los cinco días de la autorización veterinaria británica según la apreciación clínica, a 10-15 miligramos por kilogramo cada 8-12 horas con consentimiento del propietario.
Todos los animales recibían una anestesia general según protocolos estándar. El examen video-otoscópico evaluaba cada conducto afectado antes y después del enjuague según la puntuación OTIS3, con registros video-fotográficos. Los conductos auriculares eran irrigados con suero fisiológico estéril al 0,9% vía catéter flexible hasta obtención de un aspecto limpio. Las reevaluaciones se efectuaban a intervalos de dos a tres semanas hasta resolución de la otitis, luego cuatro a ocho semanas ulteriormente.
Definición de los criterios de evaluación
La resolución se definía por la ausencia de secreción al examen, resultados citológicos auriculares normales y la desaparición del prurito auricular, del dolor, del eritema, de la tumefacción, de la ulceración, del exudado y del olor desagradable. Los resultados finales se establecían según tres categorías: resolución sin recaída bajo cuidados especializados, resolución de la infección inicial con recaída ulterior bajo cuidados especializados, otitis persistente a pesar del manejo o referencia para ablación total del conducto auricular con osteotomía lateral de la bula timpánica.
Resultados principales
Evolución de la calidad de vida
Las puntuaciones medias de severidad de la enfermedad (primera pregunta) se establecían en 2 (mediana 2, rango 1-3) en previsita, 1,4 (mediana 1, rango 0-3) en el Día 0, 0,83 (mediana 1, rango 0-2) en la visita 1 y 0,52 (mediana 0, rango 0-2) en la visita 2. Una reducción estadísticamente significativa de las puntuaciones medias aparecía entre la previsita y cada visita ulterior.
Para los perros, las puntuaciones medias de calidad de vida alcanzaban 7,96 (mediana 8, rango 1-17) en previsita, 7,43 (mediana 6, rango 1-14) en el Día 0, 4,25 (mediana 4, rango 0-18) en la visita 1 y 3,56 (mediana 2, rango 0-15) en la visita 2. La reducción entre previsita y Día 0 no presentaba significatividad estadística, contrariamente a las reducciones altamente significativas observadas entre previsita y visitas 1 y 2. Ninguna correlación estadísticamente significativa era observada entre la duración del episodio prereferencia y la puntuación de calidad de vida en previsita.
Las puntuaciones medias de calidad de vida de los propietarios se establecían en 9,42 (mediana 9, rango 2-19) en previsita, 8,06 (mediana 8, rango 0-15) en el Día 0, 5,38 (mediana 6, rango 0-14) en la visita 1 y 4,95 (mediana 4, rango 0-12) en la visita 2. Reducciones estadísticamente significativas aparecían entre previsita y Día 0, entre Día 0 y visita 1, y entre previsita y visita 2. Una correlación positiva moderada era observada entre las puntuaciones de calidad de vida de los propietarios en previsita y la duración del episodio antes de la referencia, aproximándose sin alcanzar la significatividad estadística.
Evolución del prurito y plazos de resolución
Las puntuaciones medias de escala visual analógica de prurito se establecían en 5,46 (mediana 5,1, rango 1-9) en previsita, 4,3 (mediana 5, rango 0-9,5) en el Día 0, 2,0 (mediana 1,5, rango 0-7,5) en la visita 1 y 1,17 (mediana 1,3, rango 0-5,5) en la visita 2, inscribiéndose esta última puntuación en el rango de normalidad. Reducciones estadísticamente significativas del prurito aparecían desde la previsita hacia Día 0, visita 1 y visita 2. La totalidad de los perros recibían aún corticoides orales en la visita 1, contra solamente cuatro en la visita 2.
El plazo medio entre previsita y Día 0 alcanzaba 17,93 días (mediana 15 días), entre Día 0 y visita 1 de 19,89 días (mediana 15 días), y entre visita 1 y visita 2 de 40,65 días (mediana 41 días). El tiempo medio desde la consulta inicial hasta la resolución se establecía en cuarenta y dos días (rango 21-84 días), necesitando en promedio 3,6 citas (rango 3-6), incluyendo el procedimiento video-otoscópico. El plazo medio desde la video-otoscopia hasta la resolución alcanzaba 26,6 días (mediana 15,4 días, rango 7-68,6 días). Todos los pacientes se beneficiaban de una única video-otoscopia con lavado auricular.
Resultados terapéuticos y factores pronósticos
Sobre cuarenta y nueve orejas, treinta y nueve (79,6%) presentaban el resultado 1 (resolución sin recaída), nueve (18,4%) el resultado 3 (otitis persistente o cirugía), y una sola oreja el resultado 2 con recurrencia 4,5 meses después de la resolución inicial confirmada por el dermatólogo certificado.
Las puntuaciones medias de calidad de vida para los pacientes presentando los resultados 1 y 3 se establecían respectivamente en 10,31 (mediana 10, rango 4-18) y 9,5 (mediana 10, rango 3-13) en previsita. En la visita 1, estas puntuaciones alcanzaban 5,18 (mediana 5, rango 0-19) para el resultado 1 y 4,87 (mediana 5, rango 0-8) para el resultado 3. En la visita 2, las puntuaciones disminuían a 4,53 (mediana 4, rango 0-17) para el resultado 1 y 3,28 (mediana 1, rango 0-13) para el resultado 3. Reducciones estadísticamente significativas aparecían entre previsita y visitas 1 y 2 para las dos categorías de resultados.
Las puntuaciones OTIS3 medias durante la video-otoscopia resultaban superiores para el resultado 3 (12,8) comparativamente al resultado 1 (9,51). Aunque no estadísticamente significativa al umbral de 0,05, esta tendencia sugería que una puntuación OTIS3 elevada durante la video-otoscopia podría asociarse a resultados desfavorables.
La presencia de Pseudomonas spp. se asociaba fuertemente al fracaso terapéutico, siendo las probabilidades de resultado desfavorable aproximadamente trece veces superiores durante la identificación de este patógeno. La edad de aparición de la otitis y la duración del episodio constituían predictores estadísticamente significativos del resultado, asociándose una aparición tardía y episodios prolongados a resultados desfavorables. Ninguna asociación aparecía entre la edad del paciente en la presentación referida y el resultado.
Seguimiento a largo plazo y afecciones subyacentes
El seguimiento a cinco meses y medio-seis meses estaba disponible para veintiocho perros, siendo tres perdidos de vista. Cuatro perros examinados en clínica presentaban una otitis en remisión. Dos sujetos con resultado desfavorable sufrieron una ablación total del conducto auricular con osteotomía lateral de la bula timpánica y uno fue eutanasiado por neoplasia hepática. Un perro desarrolló nistagmo y ataxia post-procedimiento, con diagnóstico ulterior de otitis media por tomodensitometría.
Concerniente a las afecciones subyacentes, diez sujetos recibían un diagnóstico de dermatitis atópica canina, uno de alergia alimentaria, y trece presentaban una alergia sospechada con investigación y gestión en curso o recomendadas. Dos perros presentaban masas unilaterales del conducto auricular retiradas durante la video-otoscopia, identificadas histopatológicamente como hiperplasias polipoides.
Entre los veinticuatro casos de otitis alérgica confirmada o sospechada, uno desarrolló una otitis pruriginosa después de test de provocación alimentaria y dos consultaron al veterinario generalista por otitis en los dos a tres meses siguientes a la resolución. Las otras orejas permanecían en remisión sin consulta veterinaria por otitis. Una limpieza auricular regular con o sin componente antiinflamatorio fue prescrita para el conjunto de estos casos.
Discusión e implicaciones clínicas
Esta investigación constituye, según el conocimiento de los autores, el primer estudio prospectivo evaluando simultáneamente el impacto de la otitis externa crónica sobre la calidad de vida de los perros afectados y de sus propietarios, evaluando al mismo tiempo prospectivamente los resultados clínicos siguiendo un manejo especializado. Estos resultados confirman el impacto profundamente negativo de la otitis externa crónica sobre la calidad de vida de estas dos poblaciones. La reducción estadísticamente significativa de las puntuaciones entre la visita inicial y los seguimientos ulteriores subraya los efectos benéficos de la intervención especializada para aliviar la incomodidad física del animal y la carga emocional de los propietarios.
La mejora de la puntuación de calidad de vida de los propietarios después de la visita inicial y antes del procedimiento video-otoscópico se atribuye al tratamiento prescrito, a la explicación detallada de la otitis y del plan terapéutico con clarificación del pronóstico a largo plazo posible después de la video-otoscopia. Contrariamente a las puntuaciones de calidad de vida caninas, para las cuales una reducción significativa no aparecía más que en las visitas 1 y 2 comparativamente a la previsita, imputable principalmente a una vía terapéutica específica y al enjuague auricular video-otoscópico.
La calidad de vida de los sujetos presentando una otitis persistente y resultado desfavorable se mejoraba igualmente temporalmente, sugiriendo que incluso sin resolución completa, la calidad de vida canina puede progresar. Estas constataciones indican el valor de la referencia especializada no solamente para el éxito clínico, sino también para la mejora del confort y del bienestar general, independientemente del resultado terapéutico final, subrayando los beneficios más amplios de los cuidados especializados más allá de la sola resolución clínica.
El plazo medio de resolución en el 79,6% de las orejas afectadas alcanzaba cuarenta y dos días después de la consulta inicial y 26,6 días después del enjuague auricular. Este resultado se alinea con estudios anteriores donde el 91% de los casos crónicos de otitis por Malassezia no respondedores a los cuidados primarios fueron gestionados con éxito en cuatro semanas (mediana 27 días) siguiendo una única intervención de enjuague auricular. La duración de la otitis prereferencia se asociaba fuertemente a resultados desfavorables, coherente con estudios precedentes indicando que una otitis crónica sobrepasando seis meses en cuidados primarios presenta un pronóstico desfavorable. Una tendencia sugería que una puntuación OTIS3 elevada podría asociarse a resultados desfavorables.
La otitis por Pseudomonas spp. se asociaba significativamente al fracaso terapéutico, siendo la probabilidad de resultado desfavorable aproximadamente trece veces superior en presencia de este patógeno. La dermatitis alérgica cutánea representaba la afección subyacente más común en los perros presentando una otitis por Pseudomonas spp., con un plazo medio de veintiocho meses entre primera aparición de la otitis e infección por este patógeno. En este estudio, el plazo medio alcanzaba 37,6 meses. Diez de los once cultivos positivos a Pseudomonas spp. fueron identificados en ocho de los nueve spaniels y un cruzado spaniel. Siete de las diez orejas con resultado desfavorable pertenecían a spaniels y un cruzado spaniel, coherente con estudios precedentes demostrando la sobrerrepresentación de los cockers spaniels en las poblaciones caninas presentando una otitis por Pseudomonas spp. y su predisposición a las infecciones bacterianas bacilares. Los spaniels presentan una predisposición a la hiperplasia y ectasia glandulares ceruminosas proliferativas pudiendo conducir a una otitis externa terminal, justificando una gestión potencialmente más agresiva de la otitis externa en esta raza.
El sistema de puntuación OTIS3 constituye una herramienta concebida para evaluar y comparar la otitis y los resultados terapéuticos. Los autores encontraron no obstante dificultades para evaluar fiablemente las puntuaciones OTIS3, particularmente durante la consulta inicial, en razón del dolor, de la incomodidad y de la secreción profusa volviendo imposible una evaluación otoscópica completa. Frecuentemente, la visualización del conducto horizontal no fue intentada para evitar una incomodidad suplementaria o resultó simplemente imposible debido a la tumefacción y a la secreción. Los pacientes afectados desarrollan a menudo una fobia auricular consecuente al dolor prolongado, complicando aún más los exámenes profundos incluso después de la resolución de la otitis. Si la puntuación OTIS3 presenta un valor en contexto de investigación, su aplicación en práctica clínica, particularmente en los pacientes presentando una otitis externa prolongada, presenta ciertas limitaciones.
Este estudio comporta varias limitaciones incluyendo un efectivo relativamente restringido reduciendo el poder estadístico para detectar diferencias significativas en los predictores terapéuticos tales como las puntuaciones OTIS3. La ausencia de seguimiento a largo plazo limitaba igualmente la investigación. La otitis externa refleja una enfermedad primaria subyacente; sin identificación y gestión de esta condición primaria, recaídas futuras de otitis externa permanecen probables. Para la mayoría de los casos, dermatitis atópica y alergia alimentaria fueron diagnosticadas o sospechadas, con investigación o gestión de esta afección proseguida más allá de la duración de este estudio. Las tomodensitometrías no eran realizadas antes de la intervención terapéutica. La ausencia de identificación de una otitis media podría ocasionar recaídas futuras de otitis externa, resultando esta modalidad diagnóstica adyuvante valiosa en ciertas situaciones.
La otitis externa crónica impone una carga considerable tanto sobre la calidad de vida de los perros afectados como la de sus propietarios. Una referencia especializada oportuna mejora no obstante significativamente los resultados clínicos y la calidad de vida. Esta investigación identifica varios factores asociados a resultados desfavorables incluyendo la presencia de Pseudomonas spp., puntuaciones OTIS3 elevadas durante la video-otoscopia, una edad tardía de aparición de la otitis y episodios prolongados. Estos resultados subrayan la importancia de un abordaje proactivo e individualizado de la gestión de la otitis, particularmente en los pacientes con riesgo elevado de complicaciones como los spaniels y aquellos presentando infecciones por Pseudomonas spp. Las constataciones ponen igualmente en relieve el rol crítico de un abordaje multidisciplinario, donde la intervención especializada precoz puede resultar determinante en la gestión de los casos crónicos y complejos de otitis externa.
Dembele V, McHale M, Ortalda C, Robinson V, Jackson H. A prospective study evaluating the impact of chronic otitis on the quality-of-life of dogs and their owners and assessment of the short-term impact of specialist intervention. Vet Dermatol. 2025;36(5):679-688.
