La alopecia por dilución de color (ACD), también conocida como alopecia de mutantes de color, es una genodermatosis canina caracterizada por una pérdida progresiva de pelo que afecta específicamente a las áreas de pelaje con pigmentación diluida. Nos complace presentar un resumen completo de los conocimientos sobre esta dermatosis.
1. Introducción
La alopecia por dilución de color (ACD), también conocida como alopecia de mutantes de color, es una genodermatosis canina caracterizada por una pérdida progresiva de pelo que afecta específicamente a las áreas de pelaje con pigmentación diluida. Aunque se considera relativamente poco frecuente en la población canina general, representa la dermatosis hereditaria más comúnmente diagnosticada en perros. Su reconocimiento y comprensión profunda son fundamentales para el dermatólogo veterinario. Permiten no solo establecer un diagnóstico de certeza y distinguirla de otras afecciones alopécicas, sino también proporcionar un asesoramiento informado y preciso a los propietarios y criadores afectados. La enfermedad se manifiesta por un deterioro de la calidad del pelaje, evolucionando hacia una alopecia a menudo extensa, y puede ir acompañada de lesiones cutáneas secundarias, incluidas infecciones bacterianas.
La complejidad de la ACD no reside únicamente en sus manifestaciones clínicas, sino también en su terminología y sus relaciones con otras displasias foliculares. Históricamente, se han empleado diversos términos, y su distinción de la displasia folicular del pelo negro (DFPN) ha sido objeto de debate. La DFPN, que afecta selectivamente las áreas de pelaje negro en perros con patrones blancos, presenta notables similitudes histopatológicas con la ACD. Esta relación sugiere una base patogénica común, donde una anomalía primaria de la pigmentación y la estructura folicular sería central. Este matiz terminológico y clasificatorio refleja la evolución del conocimiento y subraya la importancia de un enfoque diagnóstico riguroso para estas afecciones dermatológicas genéticamente determinadas.
2. Etiopatogenia de la ACD
La etiopatogenia de la alopecia por dilución de color es multifactorial, involucrando bases genéticas específicas, mecanismos fisiopatológicos complejos a nivel del folículo piloso y la pigmentación, así como factores que modulan su expresión clínica.
2.1. Bases Genéticas: El Gen MLPH y sus Variantes
El fundamento genético de la ACD se basa predominantemente en mutaciones dentro del gen de la melanofilina (MLPH). Este gen desempeña un papel crucial al codificar una proteína esencial para el transporte y la distribución de los melanosomas, los orgánulos que contienen melanina, dentro de los melanocitos y hacia los queratinocitos circundantes. La dilución del color del pelaje, un requisito fenotípico previo para el desarrollo de la ACD, es la consecuencia directa de estas mutaciones.
Se han identificado varias variantes alélicas recesivas (‘d’) del gen MLPH como responsables de este fenotipo de dilución. La variante más estudiada y frecuentemente implicada es un polimorfismo de un solo nucleótido (SNP) ubicado en la posición c.-22 con respecto al sitio de iniciación de la traducción en el exón 1 del gen MLPH, que consiste en una sustitución de guanina (G) por adenina (A) (c.-22G>A). Estudios han confirmado una estrecha asociación entre este SNP y el fenotipo de pelaje diluido en muchas razas caninas. Además de esta variante principal (a menudo denominada d1), se han descrito otras mutaciones dentro del gen MLPH, incluida la variante d2, una sustitución c.705G>C identificada en el Chow-Chow, y la variante d3, una inserción c.667_668insC reportada en el Chihuahua. Para que un perro exprese fenotípicamente un color de pelaje diluido, y por lo tanto esté predispuesto a la ACD, debe ser homocigoto para uno de estos alelos recesivos (genotipo d/d).
La ACD se reconoce como una enfermedad de transmisión autosómica recesiva. Este modo de transmisión implica que ambos padres de un animal afectado deben ser, como mínimo, portadores heterocigotos del alelo mutado (D/d) o estar ellos mismos afectados (d/d).
2.2. Mecanismos Fisiopatológicos
Las mutaciones del gen MLPH inducen una cascada de eventos celulares y tisulares que conducen a las manifestaciones clínicas de la ACD.
Alteración del transporte y la agregación de melanosomas: La principal consecuencia funcional de las mutaciones del MLPH es un defecto en el mecanismo de transporte de los melanosomas. Esto se traduce en una acumulación y agregación anárquica de estos orgánulos pigmentarios, formando inclusiones voluminosas llamadas macromelanosomas, dentro de los melanocitos de la epidermis y los folículos pilosos, así como en los queratinocitos de los tallos pilosos en formación. La variante d/d del MLPH es directamente responsable de este defecto de dispersión homogénea de los melanosomas, lo que lleva a su agregación. La presencia de estos macromelanosomas constituye una característica histopatológica y tricoscópica distintiva de la ACD.
Displasia folicular y alteración de la estructura pilosa: La acumulación intracitoplasmática de estos macromelanosomas, junto con una posible citotoxicidad ejercida por los precursores de la melanina o por los propios melanosomas anormales sobre las células de la matriz pilosa, se considera un factor importante en el desarrollo de la displasia folicular. Los folículos pilosos se vuelven estructuralmente anormales, presentando distorsiones, atrofia progresiva y alteraciones del ciclo piloso. Simultáneamente, la propia estructura de los tallos pilosos se ve comprometida. La integración desordenada de los macromelanosomas en la corteza y la médula del pelo altera su integridad biomecánica, haciéndolo anormalmente frágil, quebradizo y propenso a fracturas prematuras. Esta fragilidad pilosa es un contribuyente directo a la alopecia observada.
Anomalías de la queratinización: Los trastornos de la queratinización acompañan con frecuencia a la ACD. La hiperqueratosis, particularmente a nivel folicular, es una observación común, que se manifiesta por la formación de tapones de queratina que obstruyen los infundíbulos pilosos. También se informa a menudo de una descamación excesiva de la superficie cutánea (escamas). Estas anomalías de la queratinización contribuyen al aspecto seco y áspero de la piel y pueden favorecer las complicaciones infecciosas.
2.3. Complejidad Genética y Factores que Influyen en la Expresión
Un aspecto fundamental y desconcertante de la ACD es que la presencia de un genotipo MLPH d/d, aunque necesaria, no es sistemáticamente suficiente para inducir el fenotipo alopécico. De hecho, no todos los perros homocigotos recesivos para las variantes de dilución desarrollan ACD, o la desarrollan con una gravedad y edad de aparición variables. Este fenómeno, conocido como penetrancia incompleta, sugiere fuertemente la intervención de otros factores genéticos (genes modificadores) o ambientales en la expresión clínica de la enfermedad. Por ejemplo, está bien establecido que las pruebas genéticas para las variantes del MLPH identifican el estado de dilución del pelaje, pero no pueden predecir si un perro de color diluido desarrollará realmente ACD. La incidencia de ACD en los Doberman de color diluido es muy alta, pero no alcanza el 100%, mientras que en otras razas como el Pequeño Galgo Italiano, es significativamente menor a pesar de la presencia de pelajes diluidos. De manera aún más llamativa, algunas razas como el Braco de Weimar o el Gran Danés, que pueden presentar pelajes diluidos (y, por lo tanto, un genotipo d/d), solo rara vez, o nunca, manifiestan los signos clínicos de la ACD.
La existencia de genes modificadores es, por lo tanto, una hipótesis predominante para explicar esta variabilidad inter e intraracial. Genes como RAB27A y MYO5A, que codifican proteínas que interactúan funcionalmente con la melanofilina dentro del complejo de transporte de melanosomas, se han sugerido lógicamente como posibles candidatos. Sin embargo, su papel directo y específico en la modulación de la gravedad de la ACD en perros d/d aún no se ha demostrado formalmente mediante estudios específicos. Las investigaciones han indicado que el riesgo de desarrollar ACD o DFPN parece ser específico de la raza, lo que refuerza la idea de que el trasfondo genético general de cada raza juega un papel modulador determinante. La identificación precisa de estos factores modificadores, ya sean genéticos o ambientales, sigue siendo un campo de investigación activo y crucial. La hipótesis más antigua de un alelo ‘dl’ en el locus D, recesivo a ‘d’ y directamente responsable de la alopecia, se destaca menos en las publicaciones recientes, que se orientan más hacia la interacción entre MLPH y genes modificadores distintos.
Esta evolución de la comprensión, de un modelo monogénico estricto a un modelo poligénico o multifactorial, tiene implicaciones considerables. En cuanto al asesoramiento genético, esto significa que una prueba de MLPH por sí sola, aunque informativa sobre el estado de dilución, es insuficiente para predecir con certeza el riesgo de desarrollar alopecia. Para la investigación, esto subraya la necesidad de enfoques más globales, como los estudios de asociación de todo el genoma (GWAS) o la secuenciación de todo el genoma en cohortes de perros d/d afectados y no afectados, para identificar estos elusivos genes modificadores. A la larga, la caracterización de estos factores no solo podría refinar el pronóstico, sino también allanar el camino para nuevas estrategias preventivas o terapéuticas, si estos moduladores resultaran ser objetivos accesibles. La identificación de estos elementos podría explicar por qué ciertas líneas o razas son más vulnerables que otras, incluso compartiendo el mismo genotipo MLPH d/d.
3. Aspectos Epidemiológicos
El estudio de la distribución y los determinantes de la ACD en las poblaciones caninas proporciona información valiosa para su reconocimiento y manejo.
3.1. Prevalencia e Incidencia
La alopecia por dilución de color se considera globalmente una afección relativamente poco frecuente si se considera el conjunto de la población canina. Sin embargo, dentro del grupo de las genodermatosis, se distingue por una mayor frecuencia de diagnóstico, posicionándola como la enfermedad cutánea hereditaria más comúnmente identificada en perros. Los datos epidemiológicos precisos sobre su prevalencia o incidencia a escala de poblaciones caninas grandes y diversas siguen siendo limitados. Sin embargo, la literatura científica, rica en estudios de casos individuales e informes de series de casos clínicos, atestigua su presencia en una amplia gama de razas caninas y en diversas regiones geográficas de todo el mundo.
3.2. Razas Predispuestas
Una marcada predisposición racial es una característica epidemiológica destacada de la ACD. Afecta principalmente a razas en las que los pelajes con pigmentación diluida —como el azul (dilución del negro), el leonado o isabela (dilución del marrón/chocolate), o el lila— no solo son reconocidos por los estándares de la raza, sino que a veces son activamente buscados por criadores y propietarios. La siguiente tabla sintetiza la información relativa a las razas más frecuentemente reportadas como predispuestas a la ACD.
Tabla 1: Razas Predispuestas a la Alopecia por Dilución de Color (ACD) y Frecuencia
Raza |
Colores Diluidos Afectados |
Frecuencia Reportada de la ACD (si disponible) |
---|---|---|
Dóberman Pinscher |
Azul, Leonado (Isabela) |
Muy alta: 57.9% al 93% en los azules; 75% al 89.5% en los leonados. |
Teckel (Dachshund) |
Azul, Isabela |
Reportada con frecuencia. |
Yorkshire Terrier |
Azul (en pelaje azul y fuego) |
Reportada con frecuencia, afectando las zonas azules del pelaje. |
Pinscher Miniatura |
Azul, Leonado |
Reportada. |
Whippet |
Azul, Leonado |
Reportada con frecuencia. |
Pequeño Lebrel Italiano |
Azul, Leonado |
Reportada; la incidencia parece ser menor que en el Dóberman a pesar de la frecuencia de los pelajes diluidos. |
Chow Chow |
Azul |
Reportada. |
Braco de Weimar |
Gris ratón (Isabela) |
Genéticamente d/d, pero la ACD clínica rara vez se observa, lo que sugiere fuertemente la acción de genes modificadores protectores. |
Gran Danés |
Azul |
Situación similar al Braco de Weimar; existen pelajes azules, pero la ACD clínica es poco frecuente. |
Labrador Retriever |
Carbón (Azul), Plata (Lila) |
La ACD se reconoce cada vez más en estos colores de dilución no estándar. |
Bulldog Francés |
Azul |
La ACD se reporta en individuos de color azul. |
American Staffordshire Terrier |
Azul |
Predisposición reconocida. |
Otras razas |
Diversos colores diluidos |
Caniche Estándar (azul), Setter Irlandés (leonado), Saluki, Boyero de Berna, Chihuahua, Pastor de Shetland, Boston Terrier, Terranova, Schipperke, Beauceron, Pastor Alemán, Azul de Gascuña. |
Perros mestizos |
Pelajes diluidos de diversos orígenes |
La ACD no es exclusiva de los perros de raza pura y se ha diagnosticado en perros mestizos que presentan un pelaje diluido. |
Esta lista no es exhaustiva, pero ilustra la amplia distribución de la predisposición a la ACD entre las razas caninas. La variabilidad de la expresión clínica, incluso dentro de las razas predispuestas y para un mismo genotipo MLPH d/d (como el caso del Braco de Weimar), es un argumento de peso a favor de la influencia de factores genéticos modificadores o de factores ambientales aún mal caracterizados.
Alopecia grave por dilución de color en un Yorkshire
3.3. Influencia de la Edad y el Sexo
La edad de aparición de los primeros signos clínicos de la ACD es variable, pero generalmente se sitúa en una ventana de 4 meses a 3 años. Se han reportado casos con un inicio de los síntomas tan pronto como a los 3 meses de edad, y más raramente, en animales de mayor edad, se ha descrito un caso en un perro de 10 años. Este amplio rango de edad de aparición, incluso dentro de la misma raza, podría ser el reflejo de la heterogeneidad de los factores modificadores que influyen en la expresión de la enfermedad, o de la interacción con desencadenantes ambientales aún no identificados. Si la patogenia estuviera únicamente determinada por el genotipo MLPH d/d, cabría esperar una ventana de aparición más estrecha, a menos que la expresión génica estuviera sujeta a una regulación del desarrollo intrínsecamente variable. Así, esta variabilidad temporal, al igual que la penetrancia incompleta, sugiere una complejidad etiológica donde factores genéticos adicionales, epigenéticos o ambientales (como el estrés folicular relacionado con los cuidados, la nutrición o el estado hormonal general) podrían interactuar con la predisposición genética primaria para modular el momento de la manifestación clínica.
En cuanto a la influencia del sexo, la mayoría de los estudios y observaciones clínicas no informan de una predisposición sexual significativa para la ACD. Machos y hembras parecen verse afectados con una frecuencia comparable, lo que concuerda con el modo de transmisión autosómico recesivo de la enfermedad, independiente de los cromosomas sexuales.
4. Manifestaciones Clínicas
Las manifestaciones clínicas de la alopecia por dilución de color son progresivas y características, afectando la calidad y densidad del pelaje, así como la integridad de la piel subyacente.
4.1. Edad de Aparición y Evolución
Típicamente, los cachorros destinados a desarrollar ACD nacen con un pelaje de apariencia normal en las zonas de color diluido. Los primeros signos de la enfermedad se manifiestan de forma insidiosa y progresiva, la mayoría de las veces entre los 4 meses y los 3 años de edad, aunque existen variaciones como se mencionó anteriormente. La alopecia se caracteriza por su lenta progresión, extendiéndose a menudo durante varios meses o varios años. Puede evolucionar hasta una pérdida de pelo casi total en las regiones del tronco que presentan la pigmentación diluida.
4.2. Descripción de las Lesiones Pilosas y Cutáneas
Calidad del pelaje: El primer indicador clínico es frecuentemente una alteración de la calidad del pelaje en las zonas de color diluido. El pelo pierde su brillo, volviéndose opaco, seco y quebradizo. Los pelos afectados pueden presentar un aspecto “apelmazado” o una rarefacción difusa, lo que lleva a una hipotricosis. Los tallos pilosos restantes suelen ser ásperos al tacto y se fracturan fácilmente bajo el efecto de traumatismos mínimos como el roce o el cepillado.
Alopecia: La hipotricosis inicial evoluciona inexorablemente hacia una alopecia más marcada, cuya extensión y simetría pueden variar. Las primeras zonas afectadas se localizan clásicamente en el tronco, en particular a lo largo de la línea dorsal. La alopecia puede extenderse posteriormente a los flancos y a la región abdominal. De manera característica, la cabeza, las extremidades y la cola suelen estar libres de lesiones o solo se ven afectadas tardíamente en la evolución de la enfermedad. Un signo patognomónico, en presencia de un pelaje diluido, es la estricta ausencia de afectación de las zonas de color no diluido. Por ejemplo, en un Dóberman Pinscher azul y fuego, las marcas fuego (tan) no se verán afectadas por la alopecia.
Lesiones cutáneas primarias y secundarias: Además de la pérdida de pelo, se pueden observar diversas lesiones cutáneas:
- Se encuentran con frecuencia pápulas y pústulas foliculares. Estas pueden evolucionar hacia la formación de comedones (puntos negros), resultantes de la obstrucción de los folículos pilosos.
- La descamación, que se presenta en forma de escamas finas (pitiriasiformes) o más grandes (furfuráceas), es una manifestación común, que evidencia los trastornos de la queratinización.
- La pioderma bacteriana secundaria es una complicación muy frecuente y clínicamente significativa. Generalmente se manifiesta por una foliculitis o una forunculosis, la mayoría de las veces causada por la proliferación de Staphylococcus pseudintermedius. Esta sobreinfección bacteriana es a menudo la principal causa de prurito en perros con ACD.
- Pueden aparecer máculas hipomelanóticas, es decir, zonas de piel con despigmentación, especialmente en la cara ventral del abdomen.
- El prurito (picazón) suele estar ausente o ser mínimo en ausencia de complicaciones infecciosas. Cuando está presente, casi siempre se atribuye a la pioderma bacteriana secundaria.
Aspecto moteado de la alopecia por dilución de color en un Dóberman
La secuencia de aparición de estas lesiones constituye un elemento importante para la orientación diagnóstica. Las modificaciones iniciales de la calidad del pelaje, seguidas por la hipotricosis progresiva y luego la alopecia, preceden generalmente al desarrollo de complicaciones cutáneas como la pioderma. Esta cronología, asociada a la distribución característica de las lesiones (tronco principalmente afectado, preservación de las zonas no diluidas), es altamente sugestiva de la ACD en un perro que presenta un pelaje de pigmentación diluida. Esto ayuda a diferenciar la ACD de otras afecciones dermatológicas cuya aparición sería más brusca o cuyos signos inflamatorios serían primarios.
5. Enfoque Diagnóstico
El diagnóstico de la alopecia por dilución de color se basa en un enfoque metódico que integra los datos de la anamnesis, los signos clínicos y los resultados de exámenes complementarios específicos, en particular el tricograma y el examen histopatológico de biopsias cutáneas.
5.1. Anamnesis y Examen Clínico
Una anamnesis detallada es el primer paso crucial. Debe centrarse en recopilar información precisa sobre la raza del perro, el color de su pelaje (y la confirmación de la presencia de una dilución pigmentaria), la edad exacta de aparición de los primeros signos dermatológicos, la naturaleza y la cronología de la evolución de las lesiones, así como los posibles antecedentes familiares (presencia de otros perros afectados en la misma línea o camada). También se deben documentar los tratamientos anteriores y la respuesta observada.
El examen clínico general y dermatológico debe ser exhaustivo. Confirmará la presencia de un pelaje diluido (azul, leonado, isabela, etc.) y permitirá caracterizar con precisión la naturaleza, la distribución y la gravedad de las lesiones alopécicas, así como la posible presencia de lesiones cutáneas primarias o secundarias (pápulas, pústulas, comedones, escamas, eritema, costras, máculas hipomelanóticas), de acuerdo con las descripciones proporcionadas en la sección anterior. La evaluación de la extensión de la alopecia y la búsqueda de signos de pioderma secundaria son particularmente importantes.
5.2. Aporte del Tricograma
El examen microscópico de los pelos (tricograma) es una herramienta diagnóstica no invasiva, fácil de realizar, rápida y de gran valor informativo en la sospecha de ACD. Se toman muestras de pelo por tracción suave en las zonas alopécicas o en la periferia de las lesiones, se montan entre portaobjetos y cubreobjetos en aceite mineral o lactofenol, y se observan al microscopio óptico.
Las observaciones típicas en casos de ACD incluyen:
- La presencia de numerosos y voluminosos agregados de melanina, o macromelanosomas, de forma y tamaño irregulares, distribuidos de manera anárquica dentro de la corteza y la médula de los tallos pilosos. Estos macromelanosomas son la característica microscópica de la anomalía de distribución pigmentaria.
- Estas acumulaciones pigmentarias pueden causar una distorsión significativa de la arquitectura del tallo piloso, haciéndolo irregular, y provocar puntos de fragilidad que conducen a fracturas transversales u oblicuas del pelo.
- Se pueden visualizar otras anomalías estructurales de los pelos, como tallos pilosos deformados, retorcidos, con angulaciones anormales o una cutícula dañada o ausente en algunas zonas, especialmente en las áreas de concentración de los macromelanosomas.
5.3. Biopsia Cutánea y Características Histopatológicas Clave
La biopsia cutánea, seguida de un examen histopatológico por un patólogo veterinario experimentado, suele ser el examen de elección para confirmar el diagnóstico de ACD, especialmente en casos atípicos o para excluir otras dermatosis. Se recomienda realizar varias biopsias (punch de 6 u 8 mm) en zonas representativas de la alopecia, incluyendo si es posible lesiones primarias como pápulas foliculares, así como una zona de piel aparentemente sana con fines comparativos.
Las características histopatológicas consideradas típicas y diagnósticas de la ACD se resumen en la Tabla 2.
Tabla 2: Principales Características Histopatológicas de la Alopecia por Dilución de Color (ACD)
Característica Histopatológica |
Localización Preferente |
Descripción Detallada |
Importancia Diagnóstica |
---|---|---|---|
Agregados de Melanina (Macromelanosomas) |
Epidermis (capa basal), Epitelio folicular (vaina, matriz), Tallos pilosos, Dermis (melanófagos) |
Grandes granulaciones o bloques de pigmento melánico, de forma y tamaño irregulares, a menudo masivos. |
Muy alta; signo casi patognomónico en un contexto clínico compatible. |
Hiperqueratosis Folicular |
Infundíbulo de los folículos pilosos |
Engrosamiento de la capa córnea dentro del folículo, lo que lleva a la formación de tapones de queratina laminar que dilatan la abertura folicular. |
Alta; contribuye a los comedones y la foliculitis. |
Displasia Folicular |
Folículos pilosos (conjunto de la estructura) |
Folículos de forma irregular, retorcidos, distorsionados, a veces atróficos, quísticos o con aspecto de “pie de bruja”. Numerosos folículos en fase telógena. |
Alta; refleja la anomalía de desarrollo y funcionamiento del folículo. |
Incontinencia Pigmentaria / Melanófagos Dérmicos |
Dermis (principalmente peribulbar y perifolicular) |
Presencia de pigmento melánico libre en la dermis y/o macrófagos (melanófagos) que han fagocitado este pigmento, debido a su liberación por las células epidérmicas o foliculares dañadas. |
Moderada a alta; indica una remodelación pigmentaria. |
Hiperqueratosis Epidérmica |
Epidermis interfolicular |
Engrosamiento de la capa córnea de la epidermis, a menudo de tipo ortoqueratósico. |
Moderada; contribuye al aspecto escamoso de la piel. |
Atrofia Folicular |
Folículos pilosos |
Reducción del tamaño de los folículos pilosos, particularmente en etapas avanzadas. |
Moderada; consecuencia de la displasia crónica. |
Infiltrado Inflamatorio |
Folicular, Perifolicular, Dérmico |
En ausencia de sobreinfección, el infiltrado suele ser mínimo a leve, linfoplasmacítico. En caso de pioderma secundaria, se observará un infiltrado neutrofílico (supurativo) o piogranulomatoso (en caso de forunculosis). |
Variable; depende de la presencia de complicaciones. |
La combinación de estas lesiones, en particular la presencia de macromelanosomas en un contexto de displasia folicular e hiperqueratosis en un perro con pelaje diluido, es fuertemente sugerente del diagnóstico de ACD.
5.4. Diagnóstico Diferencial
Es imperativo distinguir la ACD de otras afecciones dermatológicas caninas que pueden manifestarse con alopecia, ya sea localizada o generalizada. La Tabla 3 presenta los principales diagnósticos diferenciales y los criterios que permiten distinguirlos de la ACD.
Tabla 3: Diagnóstico Diferencial de la Alopecia por Dilución de Color (ACD) y Criterios Distintivos
Afección |
Signos Clínicos Clave (además de alopecia) |
Resultados Típicos del Tricograma |
Resultados Típicos de la Histopatología |
Pruebas Complementarias Específicas |
---|---|---|---|---|
Alopecia por Dilución de Color (ACD) |
Pelaje diluido, alopecia progresiva en el tronco, escamas, pápulas/pústulas foliculares, pioderma secundaria frecuente, prurito si hay infección. Preservación de las zonas no diluidas. |
Macromelanosomas, tallos pilosos deformados/fracturados. |
Hiperqueratosis folicular, macromelanosomas (epidermis, folículos, pelos), displasia folicular, melanófagos dérmicos. |
Anamnesis, clínica, tricograma, biopsia. Prueba genética MLPH (predisposición). |
Hipotiroidismo |
Alopecia simétrica, no pruriginosa (salvo pioderma), pelaje opaco, seco, piel engrosada (mixedema), letargo, aumento de peso. |
Pelos mayoritariamente en telógeno, sin macromelanosomas. |
Atrofia folicular, hiperqueratosis epidérmica y folicular, mucinosis dérmica. Ausencia de macromelanosomas. |
Dosificación de T4 total, TSH, T4 libre (por diálisis de equilibrio). |
Hipercorticismo (Síndrome de Cushing) |
Alopecia troncal bilateral simétrica, piel fina, atrófica, comedones, calcinosis cutánea, distensión abdominal, poliuria-polidipsia. |
Pelos mayoritariamente en telógeno, sin macromelanosomas. |
Atrofia epidérmica, dérmica y folicular, hiperqueratosis folicular, comedones, depósitos de calcio (calcinosis). Ausencia de macromelanosomas. |
Pruebas de supresión de dexametasona (dosis baja), prueba de estimulación de ACTH, relación cortisol/creatinina urinaria. |
Displasia Folicular del Pelo Negro (DFPN) |
Alopecia que afecta únicamente las zonas de pelaje negro en perros con patrones blancos. Aparición temprana. |
Similar a la ACD, pero solo en pelos negros: macromelanosomas, anomalías estructurales. |
Casi idéntica a la ACD: macromelanosomas en las zonas negras, displasia folicular. |
Clínica (distribución de las lesiones), tricograma, biopsia. |
Alopecia X (Displasia folicular de las razas nórdicas) |
Alopecia simétrica progresiva (tronco, cuello, muslos), hiperpigmentación cutánea. Razas predispuestas (Spitz, Husky, Malamute). |
Pelos en “llama” (catágena/telógena), sin macromelanosomas. |
Atrofia folicular, hiperqueratosis infundibular, queratinización tricolémica. Ausencia de macromelanosomas. |
Exclusión de endocrinopatías, biopsia. Respuesta ocasional a la castración o la melatonina. |
Demodicosis Generalizada |
Alopecia multifocal a generalizada, eritema, escamas, comedones, pápulas, pústulas, prurito variable. |
Visualización de Demodex canis (adultos, larvas, huevos). |
Foliculitis/perifolliculitis supurativa o granulomatosa con presencia de demodex en los folículos. |
Raspados cutáneos profundos, tricograma, (biopsia si los raspados son negativos y hay fuerte sospecha). |
Dermatofitosis |
Lesiones alopécicas circulares, escamosas, a veces costrosas, prurito variable. Puede ser generalizada. |
Esporas fúngicas y/o hifas en o dentro de los tallos pilosos (examen directo con KOH o lactofenol). |
Foliculitis/perifoliculitis, dermatitis perivascular. Visualización de elementos fúngicos con tinciones especiales (PAS, Grocott). |
Examen con luz de Wood (fluorescencia para ciertas cepas de Microsporum canis), cultivo fúngico en medio de Sabouraud o DTM. |
5.5. Pruebas Genéticas
Existen pruebas genéticas moleculares disponibles comercialmente para identificar las diferentes variantes (alelos ‘d’, incluyendo d1, d2, d3) del gen MLPH que son responsables de la dilución del color del pelaje. Estas pruebas permiten determinar si un perro posee el genotipo homocigoto recesivo (d/d) necesario para expresar un pelaje diluido y, por lo tanto, para estar genéticamente predispuesto a la ACD.
Sin embargo, es crucial señalar que, si bien estas pruebas confirman el estado de dilución de un animal, no pueden predecir con certeza absoluta si un perro portador del genotipo d/d desarrollará efectivamente los signos clínicos de la alopecia. Esta limitación está directamente relacionada con el fenómeno de penetrancia incompleta de la ACD y la probable influencia de genes modificadores o factores ambientales, como se discute en la sección 2.3.
No obstante, estas pruebas genéticas tienen una importancia considerable para los programas de cría. Permiten identificar a los perros heterocigotos (D/d), que tienen un fenotipo de pelaje no diluido (a menos que haya otros genes de dilución presentes), pero son portadores del alelo ‘d’ y, por lo tanto, pueden transmitirlo a su descendencia. Al evitar los apareamientos entre dos perros portadores (D/d x D/d) o entre un portador y un individuo d/d, los criadores pueden reducir significativamente, o incluso eliminar, el riesgo de producir cachorros d/d susceptibles de desarrollar la ACD.
El enfoque diagnóstico de la ACD es, por lo tanto, un proceso integrador que no se basa en un único examen. Combina el análisis riguroso de la reseña y los signos clínicos, los resultados del tricograma y las conclusiones del examen histopatológico. La prueba genética para el gen MLPH se inscribe en este enfoque como una herramienta valiosa para confirmar la predisposición genética a la dilución y para orientar el asesoramiento en la cría. Sin embargo, el diagnóstico de la enfermedad clínica, es decir, la expresión de la alopecia, sigue dependiendo de la confrontación de todos los datos clínicos y paraclínicos. La identificación futura de biomarcadores más específicos o de pruebas genéticas dirigidas a los genes modificadores de la ACD constituiría un avance diagnóstico y pronóstico importante.
6. Manejo Terapéutico y Pronóstico
El manejo de la alopecia por dilución de color es principalmente sintomático, dada la ausencia de un tratamiento curativo para esta afección de origen genético.
6.1. Principios Generales de Gestión
Hasta la fecha, no existe ningún tratamiento capaz de corregir el defecto genético subyacente a la ACD o de restaurar una estructura y función folicular normales en las zonas de pelaje diluido. Las anomalías estructurales de los folículos pilosos y de los tallos pilosos inducidas por el defecto de pigmentación se consideran permanentes.
En consecuencia, el manejo terapéutico de la ACD tiene varios objetivos:
- Manejar los síntomas cutáneos asociados, como la sequedad, la descamación y el prurito (si está presente).
- Mejorar, en la medida de lo posible, la calidad de la piel y del pelaje restante.
- Prevenir activamente y tratar eficazmente las infecciones cutáneas secundarias, en particular las piodermas bacterianas.
- Mantener una buena calidad de vida para el perro afectado.
6.2. Tratamientos Sintomáticos
Cuidados tópicos: El uso regular de productos tópicos adaptados es la piedra angular del manejo de la ACD.
- Champús queratomoduladores y emolientes: Estos champús se emplean para controlar el estado queratoseborreico (descamación, exceso de sebo o sequedad) y para mantener una hidratación adecuada de la piel y el pelaje. Los ingredientes activos como el peróxido de benzoilo pueden ser útiles por su acción desengrasante, antibacteriana y comedolítica, especialmente en presencia de foliculitis o comedones. Otros agentes como el azufre, el ácido salicílico o diversos agentes hidratantes y emolientes (urea, glicerol, avena coloidal, aceites vegetales) también pueden ser beneficiosos según el cuadro clínico específico.
- Champús antisépticos: El uso de champús que contienen agentes antisépticos, como la clorhexidina (a concentraciones del 2% al 4%), es esencial para el manejo a largo plazo y la prevención de las piodermas bacterianas secundarias, que son una complicación frecuente. La frecuencia de los baños antisépticos debe adaptarse a la gravedad de las infecciones y puede variar de una a varias veces por semana en la fase aguda, para luego espaciarse en la fase de mantenimiento.
Manejo de las sobreinfecciones bacterianas: En caso de pioderma bacteriana confirmada (foliculitis, forunculosis), especialmente si es profunda, extensa o recurrente, a menudo es indispensable la antibioticoterapia sistémica. Generalmente se prescriben antibióticos de primera línea, como la cefalexina o la asociación amoxicilina-ácido clavulánico, durante 3 a 6 semanas, o al menos una semana después de la resolución clínica de las lesiones. En los casos de infecciones crónicas o refractarias, se recomienda encarecidamente realizar un cultivo bacteriano con antibiograma a partir de muestras de pústulas intactas o biopsias cutáneas, con el fin de guiar la elección del antibiótico más adecuado y limitar el desarrollo de resistencias bacterianas.
6.4. Pronóstico a Largo Plazo
El pronóstico vital de los perros afectados por la alopecia por dilución de color es excelente. La ACD es una afección puramente dermatológica que no afecta la esperanza de vida del animal ni su estado de salud general, aparte de sus manifestaciones cutáneas.
Sin embargo, el pronóstico con respecto al crecimiento del pelo es reservado a malo. La alopecia es generalmente progresiva y tiende a volverse permanente en las áreas de color diluido. Raramente se observa un crecimiento significativo y duradero del pelo, incluso con los diversos enfoques terapéuticos sintomáticos o adyuvantes.
6.5. Complicaciones a Largo Plazo
Las complicaciones a largo plazo de la ACD son principalmente de naturaleza dermatológica:
- Piodermas bacterianas recurrentes: Debido a la displasia folicular, los trastornos de la queratinización y la ruptura de la barrera cutánea, los perros con ACD son muy propensos a las infecciones bacterianas cutáneas (foliculitis, forunculosis) recurrentes. Estas infecciones pueden requerir tratamientos antimicrobianos repetidos, o incluso un manejo antiséptico tópico continuo a largo plazo para limitar su frecuencia y gravedad.
- Mayor riesgo de neoplasias cutáneas: Aunque todavía faltan datos epidemiológicos robustos, se ha sugerido que la pérdida crónica de la protección ofrecida por el pelaje y la mayor exposición de la piel a la radiación ultravioleta (UV) podrían aumentar el riesgo de desarrollo de tumores cutáneos, en particular el carcinoma de células escamosas. Se ha reportado un caso de carcinoma de células escamosas que se desarrolló en las zonas alopécicas de un perro con ACD en la literatura. Como medida de precaución, se puede recomendar la protección solar (evitar exposiciones prolongadas durante las horas de mayor insolación, uso de ropa protectora o protectores solares adecuados para perros) para los animales con alopecia extensa.
6.6. Consejos para Criadores y Prevención
Dada la naturaleza hereditaria de la ACD, con una transmisión autosómica recesiva claramente ligada a las variantes del gen MLPH, la prevención mediante una selección rigurosa en la cría es la estrategia más eficaz para reducir la incidencia de esta afección.
- Se recomienda formalmente excluir de la reproducción a los perros afectados por la ACD (es decir, aquellos que presentan un genotipo MLPH d/d y que manifiestan los signos clínicos de la alopecia).
- Los padres (padre y madre) de un cachorro afectado de ACD son obligatoriamente portadores del alelo ‘d’ (ya sean heterocigotos D/d, o ellos mismos afectados d/d). Los hermanos de un perro afectado también tienen una alta probabilidad de ser portadores o afectados y deben ser sometidos a pruebas genéticas antes de cualquier reproducción.
- El uso de pruebas genéticas para el locus D (MLPH) es una herramienta valiosa que permite identificar a los perros portadores heterocigotos (D/d). Estos últimos no presentan un pelaje diluido (y, por lo tanto, no tienen ACD), pero pueden transmitir el alelo ‘d’ a su descendencia. Al evitar los apareamientos entre dos perros portadores (D/d x D/d), o entre un portador y un individuo d/d, los criadores pueden prevenir el nacimiento de cachorros homocigotos d/d, que serían entonces susceptibles de desarrollar la ACD.
- La situación, sin embargo, se complica por la penetrancia incompleta de la ACD. Algunos perros con genotipo d/d pueden no desarrollar signos clínicos de alopecia (o solo signos muy discretos) y, sin embargo, ser utilizados para la reproducción. Si se aparean con otros perros d/d o portadores D/d, pueden transmitir la predisposición a la ACD, especialmente si los posibles genes modificadores “protectores” no se transmiten también o si las condiciones ambientales de su descendencia difieren. Una estrategia de selección óptima debería, por lo tanto, combinar idealmente la genotipificación para el gen MLPH con una evaluación fenotípica rigurosa (ausencia de ACD clínica en los perros de color diluido seleccionados para la reproducción y en su parentesco cercano).
El manejo a largo plazo de la ACD representa un compromiso definido para el propietario, implicando cuidados cutáneos regulares y una vigilancia constante frente a posibles complicaciones. Para los criadores, la prevención mediante una selección genética informada es primordial. La existencia de razas como el Braco de Weimar, que son mayoritariamente d/d pero que rara vez desarrollan ACD, constituye una línea de investigación particularmente interesante. La identificación de los factores genéticos “protectores” presentes en estas razas podría, a largo plazo, no solo refinar las estrategias de selección, sino también, potencialmente, abrir nuevas perspectivas para la prevención o modulación de la expresión de la ACD en razas más sensibles.
7. Conclusión
La alopecia por dilución de color (ACD) es una genodermatosis canina cuya comprensión ha avanzado significativamente con la identificación del papel central del gen MLPH en la dilución del color del pelaje y la predisposición a la alopecia. No obstante, la considerable variabilidad de su expresión clínica, caracterizada por una penetrancia incompleta, destaca la probable implicación de otros factores genéticos modificadores o factores ambientales que, en gran medida, aún deben dilucidarse. Esta complejidad etiológica representa un desafío tanto para el diagnóstico como para el asesoramiento genético.
El diagnóstico de la ACD se basa en un enfoque multimodal riguroso, que integra la anamnesis (raza, color del pelaje, antecedentes), los signos clínicos característicos (alopecia progresiva en las zonas diluidas, modificaciones de la calidad del pelaje, lesiones cutáneas secundarias), las observaciones microscópicas del tricograma (presencia de macromelanosomas) y las lesiones histopatológicas típicas (displasia folicular, agregados de melanina, hiperqueratosis folicular). Las pruebas genéticas para las variantes del MLPH confirman la predisposición relacionada con la dilución, pero no predicen la aparición de la alopecia.
Ante la ausencia de un tratamiento curativo, el manejo de la ACD es fundamentalmente sintomático. Su objetivo es mejorar el confort cutáneo del perro, controlar los trastornos de queratinización y prevenir o tratar las complicaciones infecciosas, principalmente las piodermas bacterianas recurrentes. Las terapias adyuvantes como la melatonina, los ácidos grasos esenciales o los retinoides han demostrado una eficacia limitada o no confirmada para el crecimiento del pelo en esta afección.
La prevención, a través de estrategias de cría responsables que incluyan el cribado genético de los reproductores para los alelos de dilución del MLPH y la selección fenotípica, es crucial para reducir la incidencia de la ACD en las razas predispuestas.
Las futuras perspectivas de investigación deberían centrarse en la identificación y caracterización de los genes modificadores y los factores ambientales implicados en la expresión de la ACD. Una mejor comprensión de estos elementos permitiría refinar la evaluación del riesgo de desarrollar alopecia en perros portadores del genotipo d/d y, potencialmente, abrir el camino a nuevos enfoques preventivos específicos o a intervenciones terapéuticas innovadoras destinadas a modular la expresión de esta compleja genodermatosis.
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